El
23 de julio de 1921 recibió el Tetuán un telegrama del ministro de la Guerra
ordenando constituir un Batallón Expedicionario, designándose el primero del
regimiento para ello, que, junto con una de las compañías de ametralladoras,
llegó a Melilla el 27, embarcado en los vapores “Vicente Ferrer” y “J. J. Sister”.
Lo integraban 1 teniente coronel, 1 comandante, 5 capitanes, 16 subalternos, 1 armero, 1 herrador, 5 suboficiales, 30 sargentos, 46 cabos, 6 cornetas, 5 tambores, 7 educandos, 7 soldados de 1ª y 575 de 2ª. Entre agosto y septiembre salieron hacia Melilla, además, un capellán, 2 oficiales, 38 cabos y 380 soldados para reforzar el batallón.
Lo integraban 1 teniente coronel, 1 comandante, 5 capitanes, 16 subalternos, 1 armero, 1 herrador, 5 suboficiales, 30 sargentos, 46 cabos, 6 cornetas, 5 tambores, 7 educandos, 7 soldados de 1ª y 575 de 2ª. Entre agosto y septiembre salieron hacia Melilla, además, un capellán, 2 oficiales, 38 cabos y 380 soldados para reforzar el batallón.
El
batallón expedicionario, mandado sucesivamente por los tenientes coroneles José
del Pozo y Félix Molina, formó parte de la columna del general Sanjurjo y
sostuvo varios encuentros con el enemigo, pasando a guarnecer Cabrerizas Altas
y destacando compañías en los blocaos de Zoco-el-Had, Mari-Guari, Tizza,
Casabona y Sidi Amaran, interviniendo en diversos combates hasta llegar a la
lucha cuerpo a cuerpo.
El Batallón
Expedicionario en Marruecos
El
10 de mayo de 1922 reembarcó en Melilla en el vapor “Capitán Segarra”,
regresando a Castellón. Dos de las compañías del regimiento, la 3ª y la 4ª del
2º batallón, pasaron provisionalmente a Teruel, con el fin de dejar espacio en
el cuartel de San Francisco, para cuidar a los soldados afectados de paludismo.
El
comandante Fernando Sicluna Burgos recibió la Medalla Militar Individual por
Real Orden de 15 de septiembre de 1922; el 29 de septiembre de 1921, cuando se
encontraba guarneciendo la posición de Tizza con doscientos soldados del
batallón expedicionario, sufrió una serie de importantes ataques, apoyados por
artillería, que fueron rechazados causando al enemigo más de treinta y cinco
muertos.
Comandante Fernando
Sicluna Burgos
Actualizado el 18 de marzo de 2020








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