El
Capitán José García-Morato Cánovas, del Batallón Expedicionario Tetuán núm. 45
y nacido en Totana el 3 de julio de 1877, mandaba la Compañía que constituía el
último escalón de la retaguardia, el día 14 de diciembre de 1924, en la retirada
de Teffer. En lo más cruento de la lucha, y cuando aquel escalón cumpliendo con
su misión combatía para dar tiempo y espacio al resto de la columna, el Alférez
Juan Recasens cayó mortalmente herido; su Capitán, García Morato, no quiso dejarlo
en el campo y él mismo, sin más auxilio que el concepto que tenía del
compañerismo, retrocedió, es decir, avanzó hacia retaguardia, hacia el enemigo,
y allí encontró gloriosa muerte por rescatar el cadáver de su Alférez. Por este
hecho, ascendió a Comandante por méritos de guerra y le fue concedida una Cruz del
Mérito Militar con distintivo rojo en 1926.
El
18 de diciembre de 1946 el Gobierno concedió una pensión extraordinaria a su
viuda, María Castaño Miranda, porque, tras la desaparición de su marido en
1924, perdió a tres de sus hijos en acto de servicio en los quince años
siguientes.
El
Capitán del Servicio de Aviación Joaquín García-Morato, nacido en Melilla el 4 de
mayo de 1904, falleció en accidente aéreo mientras efectuaba una exhibición en el Aeródromo de
Griñón el 4 de abril de 1939. El 4 de septiembre siguiente fue ascendido
a Comandante por méritos de guerra.
El
Alférez Provisional de Aviación Ricardo García-Morato, Piloto de Caza que
viajaba con dos compañeros como pasajeros en un avión de bombardeo Heinkel 111,
falleció el 2 de agosto de 1939, al estrellarse cerca de Torrox, en la provincia
de Málaga.
Actualizada el 22 de marzo de 2020
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